Los Jardines de la Universidad

Hay jardines que están escondidos en la ciudad y que si no sabes de su existencia pasan desapercibidos. Esos son los que más me gustan, porque puedes descubrirlos y disfrutar de la sus secretos y pasear por ellos como si estuvieras lejos de la ciudad. Son un refugio del ruido y del agobio de la ciudad, en medio de ella.

Los jardines de la Universidad son especiales por la belleza y la tranquilidad que ofrecen al visitante pero sobre todo por su importancia botánica, tienen su origen en los primeros jardines botánicos que tuvo la ciudad, ya que contiene un gran número de los ejemplares que se plantaron en ellos a finales del siglo XIX.

Hay especies exóticas como el ombú, único árbol que crece en la Pampa argentina; la yuca, con muchos ejemplares que pertenecen a las primeras plantaciones de finales del siglo XIX; el tejo; el cedro del Himalaya, y el alcanforero. También hay especies mediterráneas como la encina, el ciprés, el algarrobo, el olivo, el naranjo amargo, la higuera y el pino piñonero.

Por todas partes hay bancos de hierro forjado donde sentarse y poder descansar o leer bajo la sombra de los árboles o simplemente contemplar tanto la vejetación como la fauna que en ellos habita: pájaros, peces, ranas y muchisimos gatos, estos últimos de lo más sociables y comunicativos con los visitantes.

Si no los conocéis os invito a pasear por ellos, vale la pena.

A este parque se puede acceder por la calle  Diputació, 230 los sábados, domingos y  festivos, desde las 10.00 horas hasta el atardecer, y los días laborables, por la plaza de la Universitat y las calles Aribau y Balmes;en las horas en que la Universidad está abierta (desde las 08.00 hasta las 21.00 horas).  En estos jardines no se permite la entrada de perros.