Hay jardines que están escondidos
en la ciudad y que si no sabes de su existencia pasan desapercibidos. Esos son
los que más me gustan, porque puedes descubrirlos y disfrutar de la calma y la
belleza que ofrecen.
Los jardines de la Universidad
son especiales por la belleza y la tranquilidad que ofrecen al visitante, ya que se encuentran en un lugar muy
especial, entre los muros de la Universidad de Barcelona, justo en la parte
trasera de la Universidad de lengua y matemática. Un edificio construido entre
1863 y 1889.
Estos jardines además de ofrecer
rincones maravillosos donde descansar o tomar el fresco escondidos dentro del
centro de la ciudad destacan por su importancia botánica. Tienen su origen en
los primeros jardines botánicos que tuvo la ciudad, ya que contiene un gran
número de los ejemplares que se plantaron en ellos a finales del siglo XIX.
Hay especies exóticas como el
ombú, único árbol que crece en la Pampa argentina; la yuca, con muchos
ejemplares que pertenecen a las primeras plantaciones de finales del siglo XIX;
el tejo; el cedro del Himalaya, y el alcanforero. También hay especies
mediterráneas como la encina, el ciprés, el algarrobo, el olivo, el naranjo
amargo, la higuera y el pino piñonero.
Por todas partes hay bancos de
hierro forjado donde sentarse y poder descansar o leer bajo la sombra de los
árboles o simplemente contemplar tanto la vegetación como la fauna que en ellos
habita: pájaros, peces, ranas o gatos, estos últimos de lo más sociables y
comunicativos con los visitantes.
Si no los conocéis os invito a
pasear por ellos, Ofrecen rincones maravillosos y sorprendentes. Vale la pena visitarlos.
A este parque se puede acceder
por la calle Diputació, 230 los días laborables, por la plaza de la
Universitat y las calles Aribau; en las horas en que la Universidad está
abierta (desde las 08.00 hasta las 21.00 horas). No se permite la entrada de
perros.